Este ingreso mínimo, que se sitúa en US$196, marca un mínimo histórico en los últimos 20 años y representa una preocupante situación para la economía del país.
Comparando con otras naciones sudamericanas, Uruguay lidera con un salario mínimo de US$810, seguido por Chile con US$580 y Brasil con US$574. Estas cifras evidencian la brecha significativa que separa a Argentina del resto de la región en términos de remuneración básica.
A nivel nacional, únicamente en 13 provincias los trabajadores reciben ingresos mínimos por encima de los US$100 mensuales. La Ciudad de Buenos Aires lidera este ranking con US$213,58, seguida por Chaco, Jujuy y Entre Ríos. En el otro extremo, Chubut registra el salario mínimo más bajo con US$59,18.
La consultora también analizó el ingreso diario per cápita, revelando que los trabajadores de Ciudad de Buenos Aires y Tierra del Fuego son los que cuentan con los valores más altos, con US$7,12 y US$6,78 respectivamente. Mientras tanto, en Chaco y La Rioja, los trabajadores apenas alcanzan los US$1,97 y US$2,33 al día en promedio.
El informe atribuye esta situación a varios factores, entre ellos la devaluación del peso frente al dólar, la emisión monetaria, la incertidumbre económica, la eliminación de precios controlados y los ajustes en tarifas de servicios públicos y privados. Estos elementos han contribuido a una significativa pérdida del poder adquisitivo de los argentinos durante los primeros años de este gobierno. La situación económica del país demanda medidas urgentes para revertir esta tendencia y garantizar un nivel de vida digno para todos sus ciudadanos.