Este análisis destaca una caída del 34,4% en la ejecución presupuestaria en comparación con el año anterior, junto con una disminución del 72% en términos reales para la partida de "Desarrollo de la Educación Superior".

La situación económica compleja que enfrentan las universidades se ve exacerbada por la decisión del gobierno de prorrogar el presupuesto del año anterior, profundizando así los recortes de fondos en medio de una alta inflación, que alcanzó el 287,9% interanual en marzo.

En términos de ejecución presupuestaria durante el primer trimestre de 2024, se observa una disminución del 30% en el gasto total en comparación con el mismo período del año anterior. Específicamente, las políticas universitarias sufrieron una reducción aún mayor, llegando al 34,4%.

El informe destaca que dentro de las partidas de políticas universitarias, la asignación para "Desarrollo de la Educación Superior" disminuyó un 32,9% en los primeros tres meses del año. Además, las becas Progresar sufrieron una caída del 46,9%, y la financiación para la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria disminuyó un 18,4%. Los programas de infraestructura universitaria apenas registraron ejecución.

Los efectos de estos recortes se hacen evidentes en todas las actividades que abarca el programa de desarrollo de la educación superior. Por ejemplo, los fondos para el pago de salarios experimentaron una disminución del 32% para docentes y autoridades, y del 28% para el personal no docente. El financiamiento para el funcionamiento universitario se redujo en casi un 60% en comparación con 2023, y las transferencias a hospitales universitarios disminuyeron un 72%.

El informe también destaca que la ejecución presupuestaria del primer trimestre de 2024 es la más baja desde 2006, con una reducción del 33% en comparación con el mismo período del año anterior. Además, en comparación con el cuarto trimestre de 2023, la ejecución presupuestaria ha disminuido en un 39,3%.

Estos recortes han llevado a una disminución en la participación de las políticas universitarias dentro del gasto total, cayendo del 3,7% al 3,5% del presupuesto total para el primer trimestre de 2024. Este panorama pone de relieve los desafíos financieros que enfrentan las universidades y sus implicaciones en la calidad de la educación superior en el país.