En varias plazas y parques de la ciudad verdaderas nubes de mosquitos se ensañaron con quienes quisieron disfrutar de un momento al sol y al aire libre aprovechando el día de paro laboral. La historia se repite: durante enero, febrero y marzo verdaderas nubes de mosquitos asolaron La Plata.
Para colmo de males, durante esos días hubo faltantes de repelentes y esas lociones escalaron sus precios. Si bien la municipalidad comenzó trabajos de desmalezamiento, corte de pasto, fumigación y concientización puerta a puerta, las lluvias y las temperaturas conspiran contra la tranquilidad de los vecinos.
Se trata de los denominados “mosquitos de inundación” que no son los mismos que transmiten dengue. Pero como todavía es época de prevención de dengue, las autoridades reiteran y difunden todas las medidas de prevención que se promueven en las campañas contra esa enfermedad que transmite otra especie de este insecto.
En La Plata, parece que los mosquitos tienen una agenda propia, interrumpiendo la paz de los vecinos y desafiando incluso los esfuerzos para erradicarlos. Mientras tanto, los platenses se preparan para una nueva semana zumbante.