En una jornada marcada por la tensión política y social, la Cámara de Diputados aprobó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que autoriza un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Con un Congreso blindado por un fuerte operativo de seguridad, el oficialismo logró reunir 129 votos a favor, frente a 108 en contra y 6 abstenciones.
El debate, que se extendió por más de seis horas, estuvo cargado de acusaciones cruzadas y momentos de alta tensión. Mientras el oficialismo defendía la urgencia del acuerdo como una medida clave para estabilizar la economía, sectores de la oposición denunciaron la falta de transparencia en los términos del convenio. Según los críticos, el DNU representa un «cheque en blanco» al Ejecutivo, ya que no detalla los montos, plazos ni condiciones del préstamo.
En las inmediaciones del Congreso, miles de manifestantes, incluidos jubilados y organizaciones sociales, se congregaron para expresar su rechazo al acuerdo y exigir mayores beneficios sociales. La presencia de vallas y carros hidrantes reflejó el clima de polarización que atraviesa el país.
El DNU establece que los fondos provenientes del FMI se destinarán a la recompra de letras intransferibles del Tesoro Nacional en poder del Banco Central, así como a la cancelación de deudas previas con el organismo internacional. Sin embargo, el monto exacto del préstamo y las tasas de interés aún no han sido revelados, lo que alimenta las críticas sobre la falta de claridad en la negociación.
Con esta aprobación, el Gobierno obtiene el aval necesario para avanzar con el acuerdo, que ahora deberá ser ratificado por el Directorio del FMI. Mientras tanto, el país sigue dividido entre quienes ven en este pacto una solución a la crisis económica y quienes temen que profundice la dependencia financiera y el ajuste fiscal.
La sesión de ayer no solo dejó en evidencia las fracturas políticas, sino también la creciente desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones. El futuro del acuerdo con el FMI será, sin duda, un tema central en la agenda política y económica de los próximos meses.
