El Banco Central pone fin a seis años de restricciones cambiarias, lanzando un nuevo esquema que promete libertad para ahorristas y un mercado de cambios unificado. ¿Qué significa para tu bolsillo y la economía? Descubrí los detalles de esta medida histórica.
En un movimiento inesperado para la economía argentina, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció este viernes el fin del cepo cambiario para personas físicas, vigente desde 2019, y la implementación inmediata de un nuevo esquema de bandas cambiarias que permitirá al dólar oficial fluctuar entre $1000 y $1400, con un ajuste mensual del 1%. La medida, que también elimina el cupo de US$200 mensuales para ahorristas, marca el inicio de la «Fase 3» del programa económico lanzado en diciembre de 2023, según comunicó la entidad monetaria.
Un cambio largamente esperado
La eliminación del cepo cambiario, una de las promesas centrales del gobierno de Javier Milei, llega tras intensas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que desembolsará inicialmente US$15.000 millones para respaldar la transición. Este nuevo régimen busca unificar el mercado de cambios, reducir la brecha cambiaria y fomentar la confianza de inversores y ciudadanos, en un contexto donde las reservas netas del BCRA aún enfrentan desafíos.
El esquema de bandas cambiarias permitirá al dólar moverse libremente dentro del rango establecido, con intervenciones del BCRA para evitar desbordes. Además, se eliminan restricciones como el dólar blend (que permitía a exportadores liquidar el 20% de sus divisas al tipo de cambio financiero) y las limitaciones para la distribución de utilidades al exterior, aunque estas últimas se flexibilizarán recién a partir de los ejercicios financieros de 2025.
Fin del cupo de US$200: libertad para los ahorristas
Uno de los anuncios más resonantes es la eliminación del cupo de US$200 mensuales para la compra de dólares, una medida que restringía el acceso a divisas para millones de argentinos desde su reimplementación en 2019. Junto con este límite, desaparecen las percepciones del 30% a cuenta de Ganancias y Bienes Personales, así como las trabas para quienes recibían subsidios o tenían préstamos UVA, democratizando el acceso al mercado cambiario.
“Es un paso hacia la normalización económica. Queremos que los argentinos puedan ahorrar y planificar sin restricciones artificiales”, afirmó el ministro de Economía, Luis Caputo, en una conferencia de prensa tras el anuncio. Sin embargo, algunos analistas advierten que la demanda de dólares podría dispararse en las próximas semanas, lo que pondría a prueba la capacidad del BCRA para estabilizar el mercado.
Contexto y desafíos
La decisión llega en un momento clave para la economía argentina, con una inflación que, aunque desacelerada (2,7% mensual en diciembre de 2024), sigue siendo una preocupación. El crawling peg del 1% mensual, que regía hasta ahora, será reemplazado por este esquema más flexible, diseñado para evitar una devaluación abrupta que pueda impactar en los precios antes de las elecciones legislativas de octubre.
Expertos consultados coinciden en que el éxito del nuevo régimen dependerá de la acumulación de reservas internacionales. Según estimaciones, el BCRA necesitaría al menos US$40.000 millones para garantizar una transición sin sobresaltos, una meta aún lejana dado que las reservas netas son negativas en unos US$5.000 millones. “La apertura es positiva, pero el timing es arriesgado. Sin un colchón robusto de dólares, cualquier shock externo podría complicar el panorama”, señaló el economista Enrique Szewach, exdirector del BCRA.
Reacciones y perspectivas
El anuncio generó reacciones mixtas. En las redes sociales, muchos usuarios celebraron la libertad para acceder a divisas, mientras que otros expresaron temores sobre una posible suba del dólar blue, que hoy cotiza cerca de los $1200. En el sector exportador, la eliminación del dólar blend fue recibida con cautela, ya que la brecha cambiaria reducida restaba atractivo al mecanismo, pero persisten pedidos de bajas en las retenciones para mejorar la competitividad.
Para los ahorristas, la medida representa una oportunidad de planificación financiera sin las trabas del pasado. “Por fin puedo decidir cómo proteger mis ahorros sin sentirme atrapado por el Estado”, comentó Ana López, una empleada bancaria de 35 años, en diálogo con este medio.
Hacia una economía más abierta
El gobierno apuesta a que esta liberalización cambiaria, junto con otras medidas de desregulación, reactive la inversión extranjera y dinamice la economía, que proyecta un crecimiento del 5% para 2025 según estimaciones oficiales. No obstante, el camino no está exento de riesgos. La experiencia de Egipto, que unificó su mercado cambiario en 2024 tras una devaluación, sirve como referencia: una estrategia bien coordinada puede estabilizar la economía, pero cualquier paso en falso podría avivar la inflación y la incertidumbre.
Con este anuncio, Argentina da un paso audaz hacia la unificación del mercado de cambios, un objetivo que parecía inalcanzable hace apenas un año. La pregunta ahora es si el BCRA podrá sostener la estabilidad en un contexto de alta demanda de dólares y presiones electorales. Solo el tiempo dirá si esta “Fase 3” será el comienzo de una nueva etapa de prosperidad o un desafío más en la compleja economía argentina.
Fuentes: Banco Central de la República Argentina, Infobae, Ámbito Financiero.