El IPC de marzo reveló un dato preocupante: los alimentos básicos subieron 5,9%, golpeando la economía de las familias argentinas. Carne, pan y lácteos lideran las alzas, mientras el costo de vida no da tregua. Descubrí qué productos se encarecieron y qué significa esto para tu día a día.
El reciente informe del Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a marzo de 2025 ha encendido las alarmas en Argentina: la canasta alimentaria, un indicador clave para medir el costo de los alimentos básicos, registró un incremento de 5,9% en el último mes. Este dato, publicado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), pone en evidencia las dificultades que enfrentan las familias argentinas para acceder a productos esenciales, en un contexto económico donde la inflación sigue siendo un desafío persistente.
Un golpe directo al bolsillo de los hogares
El alza en la división de Alimentos y Bebidas no Alcohólicas, que aportó la mayor incidencia en la variación mensual del IPC en todas las regiones del país, refleja una tendencia preocupante. Productos como la carne, los lácteos, el pan y las frutas y verduras lideraron las subas, impactando directamente en la mesa de los argentinos. Este incremento de casi 6 puntos en la canasta alimentaria no solo eleva el costo de vida, sino que también agrava la situación de los sectores más vulnerables, aquellos que destinan la mayor parte de sus ingresos a la compra de alimentos.
En marzo, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó aproximadamente $414.846 para cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA), según estimaciones de organismos como la Fundación COLSECOR. Este valor, que determina la línea de indigencia, evidencia el desafío que enfrentan millones de hogares para satisfacer necesidades básicas. Comparado con el Salario Mínimo Vital y Móvil, que apenas alcanza para cubrir 20 días de alimentos esenciales, el panorama es aún más crítico.
¿Qué productos impulsaron esta suba?
Entre los alimentos que registraron mayores aumentos, destacan:
- Carne: Con incrementos cercanos al 8,8%, la carne vacuna continúa siendo uno de los rubros más sensibles, afectada por factores como el aumento en los costos de producción y la demanda estacional.
- Pan y cereales: La categoría mostró alzas significativas, influenciada por el encarecimiento de las materias primas y los costos asociados al transporte.
- Frutas y verduras: Aunque algunos productos como el tomate y la papa registraron bajas, otras verduras y frutas frescas subieron, compensando el impacto en el índice.
- Lácteos: Los quesos y otros derivados de la leche acumularon aumentos que superan el promedio, con un impacto acumulado en 2024 que roza el 163%, según estudios recientes.
Un contexto económico complejo
El IPC de marzo mostró un aumento general del 8,3%, con la división de Educación liderando las alzas (21,6%), pero el dato de los alimentos resuena con mayor fuerza por su impacto directo en la calidad de vida. Si bien la inflación ha mostrado cierta desaceleración en los últimos meses, los precios de los alimentos básicos siguen creciendo a un ritmo que supera el promedio general, lo que dificulta la recuperación del poder adquisitivo.
En términos interanuales, la canasta alimentaria acumula un incremento del 107,2% en 2024, según la Fundación COLSECOR, una cifra que pone en perspectiva la magnitud del problema. Este aumento sostenido contrasta con los esfuerzos del gobierno por estabilizar la economía, incluyendo medidas como el refuerzo de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y la Tarjeta Alimentar, que buscan mitigar el impacto en los sectores más vulnerables.
Voces de la calle: el impacto en las familias
“Cada vez que voy al supermercado, los precios son distintos. La carne ya casi no la compramos, y las verduras están por las nubes. Con lo que gano, no alcanza para todo el mes”, comenta Ana, una empleada administrativa de Buenos Aires. Su testimonio refleja el sentir de muchas familias que han tenido que ajustar sus hábitos de consumo, priorizando productos más económicos o reduciendo las cantidades.
Por su parte, los comerciantes también enfrentan dificultades. “Los costos suben todos los días, y no podemos trasladar todo al precio porque la gente no compra. Es un círculo vicioso”, explica Carlos, dueño de un almacén en La Plata.
¿Qué se puede esperar para los próximos meses?
Analistas económicos advierten que, aunque el gobierno ha implementado medidas para contener la inflación, factores como la volatilidad del tipo de cambio, el aumento de los combustibles y los costos logísticos podrían seguir presionando los precios de los alimentos. Además, la estacionalidad de ciertos productos y las condiciones climáticas podrían agravar el panorama en el corto plazo.
Para las familias argentinas, el dato del 5,9% en la canasta alimentaria no es solo un número: es un recordatorio de las dificultades diarias para llegar a fin de mes. Mientras los precios sigan creciendo por encima de los ingresos, la lucha por garantizar una alimentación adecuada seguirá siendo una prioridad en la agenda nacional.