El presidente Javier Milei decoró una sección de la residencia presidencial de Olivos con una galería de retratos suyos, destacando una pintura donde aparece como un musculoso Wolverine de X-Men. Esta decisión generó un fuerte debate en redes sociales, con muchos acusándolo de fomentar un culto a la personalidad.
En medio de la polémica y las críticas, el presidente Javier Milei decoró una sección de la residencia presidencial de Olivos con una galería personalizada que generó un gran revuelo en redes sociales. Entre las obras, se destaca una pintura en la que Milei aparece personificado como Wolverine, el famoso X-Men, con una musculatura impresionante y su característica campera de cuero.
La galería no solo incluye retratos del propio Milei, sino también gigantografías de portadas de revistas internacionales como Time y The Economist, que lo han colocado en tapa. Esta decisión ha sido interpretada por muchos como un claro ejemplo de culto a la personalidad, algo que no se alinea con las ideas liberales que Milei suele defender.
La controversia no se detiene ahí. Tras su arrebato homofóbico en Davos, Milei se mostó junto a figuras públicas como el diseñador Roberto Piazza y su pareja, Walter Vázquez, quien también se dedica a la pintura. Vázquez fue quien exhibió en Instagram las imágenes de los cuadros de Milei que cuelgan en un pasillo de Olivos.
La reacción en redes sociales ha sido mixta. Mientras algunos usuarios han comparado el pasillo con el famoso «Salón de los Espejos» de Luis XIV, otros han señalado que Milei parece estar siguiendo el ejemplo de líderes como Donald Trump, que también han utilizado el culto a la personalidad como herramienta de poder.