La ministra de Seguridad reclamó claridad al PRO sobre su posición política de cara a las elecciones legislativas de 2025, en un escenario marcado por la reconfiguración de alianzas entre La Libertad Avanza y el partido fundado por Mauricio Macri. “Tienen que definirse: o son oficialismo o son oposición”, insistió la ex presidenta del PRO, subrayando la importancia de tomar una postura clara en un contexto de alta polarización.
Bullrich destacó el impacto de las políticas económicas impulsadas por el gobierno de Javier Milei, calificándolas como un cambio estructural necesario. “Argentina no podía salir de otra manera, no era gradual, era por shock”, afirmó en una entrevista con Radio Mitre. Según la funcionaria, el modelo aplicado apunta a reorganizar la sociedad para evitar una redistribución de recursos basada en la extracción de unos sectores hacia otros, argumentando que esto sienta las bases para un futuro más prometedor.
En cuanto a la relación entre el oficialismo y el PRO, Bullrich dejó en claro que los acuerdos deben darse solo con aquellos que compartan la visión de cambio. “Es con todos los que quieran apoyar el cambio”, declaró, dejando entrever las tensiones internas dentro de la coalición opositora.
Críticas a la interna presidencial y la austeridad en el Senado
La ministra también opinó sobre las recientes discrepancias entre el presidente Javier Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, calificándolas como una “pelea política, no personal”. Según Bullrich, esta fractura ha debilitado la estrategia oficialista en el Senado: “Hemos perdido un recurso importante”. Además, cuestionó la actitud de Villarruel tras su declaración sobre el congelamiento de salarios legislativos y su posterior comentario sobre los bajos ingresos.
“Si un día congelás el salario y al otro decís que ganás chirolas, no lo hacés por convicción. No compartís la decisión del Presidente de imponer austeridad como ejemplo”, señaló Bullrich. En su análisis, destacó la necesidad de que los funcionarios lideren con el ejemplo, especialmente en un país donde el salario real sigue siendo un tema crítico para la mayoría de los trabajadores.
