Martes 1 de abril de 2025
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CABA elige: ¿Por qué estas elecciones pueden marcar el rumbo de la Argentina?

El 18 de mayo, la Ciudad de Buenos Aires vota por su Legislatura, pero el resultado podría ser un terremoto político nacional. Entre Silvia Lospennato (el PRO), Leandro Santoro (Peronismo ampliado) y Manuel Adorni (LLA), descubrí por qué estos comicios son mucho más que un trámite local.

En un año marcado por la incertidumbre económica y una polarización política en ascenso, las elecciones legislativas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), previstas para el 18 de mayo de 2025, se alzan como un termómetro clave del humor social y un ensayo crítico para las elecciones nacionales de octubre.

Aunque en apariencia son comicios locales para renovar 30 de las 60 bancas de la Legislatura porteña, su relevancia trasciende las fronteras de la capital argentina. ¿Qué las hace tan decisivas en el tablero político actual?

Un escenario político fragmentado

La decisión del jefe de Gobierno, Jorge Macri, de desdoblar las elecciones locales de las nacionales —fijadas para el 26 de octubre— y suspender las PASO porteñas no solo aceleró los tiempos políticos, sino que transformó este proceso en un campo de batalla simbólico.

Por primera vez en casi dos décadas, el PRO, que ha gobernado la ciudad desde 2007, enfrenta un desgaste acumulado y una oferta electoral atomizada. La ruptura de Juntos por el Cambio a nivel local ha dado paso a frentes como «Buenos Aires Primero» (liderado por el PRO), «Volvamos Buenos Aires» (con Horacio Rodríguez Larreta y Graciela Ocaña) y la irrupción de La Libertad Avanza, que postula al vocero presidencial Manuel Adorni como cabeza de lista.

En este contexto, el peronismo, bajo el sello «Es ahora Buenos Aires» y con Leandro Santoro a la cabeza, ve una oportunidad histórica para capitalizar la dispersión del voto opositor. La presencia de figuras como Martín Lousteau (Evolución) y la Coalición Cívica de Elisa Carrió, que va en solitario, completa un mapa político fragmentado que promete una contienda reñida.

Más que bancas: un test para el país

La importancia de estas elecciones no radica solo en quién controlará la Legislatura porteña, sino en lo que representan como anticipo de las legislativas nacionales. CABA, con sus 2,5 millones de votantes empadronados, es un bastión electoral que históricamente ha influido en las tendencias del país.

En 2023, el triunfo de Jorge Macri como jefe de Gobierno consolidó el dominio del PRO, pero la emergencia de La Libertad Avanza y el crecimiento de Unión por la Patria en distritos clave como las comunas del sur muestran que el electorado porteño está en transición.

Analistas coinciden en que el resultado del 18 de mayo será un reflejo del respaldo —o rechazo— al gobierno de Javier Milei, en un momento de tensiones por la inflación, las negociaciones con el FMI y las reformas económicas. «Estas elecciones son un laboratorio político. Lo que pase en CABA puede definir estrategias para octubre», señala el politólogo Sergio De Piero. Para el oficialismo nacional, un traspié de La Libertad Avanza en la ciudad podría debilitar su narrativa de expansión territorial.

Autonomía y agenda propia en juego

El desdoblamiento electoral, defendido por Jorge Macri como una forma de «fortalecer la autonomía» y discutir «los temas propios de la ciudad», también pone en el centro del debate la identidad política de CABA. Mientras las elecciones nacionales se centrarán en diputados y senadores, las porteñas definirán el rumbo de políticas locales en educación, salud, seguridad y urbanismo. La Legislatura, que dicta leyes y controla el presupuesto, será clave para el próximo tramo de la gestión macrista, que enfrenta críticas por el manejo de la seguridad y el aumento de la pobreza en la ciudad más rica del país.

Sin embargo, no todos ven el desdoblamiento con buenos ojos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lo cuestionó como un gasto innecesario: «La Argentina debería votar todo junto». Desde la oposición, acusan al PRO de usar la maniobra para blindarse ante un posible mal resultado nacional.

Un electorado exigente y un sistema renovado

Otro factor que eleva la relevancia de estos comicios es el uso de la Boleta Única Electrónica (BUE), un sistema que debutó en las elecciones de 2023 y promete agilizar el voto y el escrutinio. Con un padrón exigente, acostumbrado a participar —la asistencia superó el 70% en las últimas generales—, los porteños tendrán en sus manos no solo la renovación legislativa, sino la chance de enviar un mensaje político claro en un año bisagra.

A menos de dos meses de la votación, las alianzas ya están definidas y las listas de candidatos se cierran este sábado 29 de marzo. La campaña, que arrancará oficialmente en abril, promete ser intensa, con figuras de peso nacional proyectando su sombra sobre el ámbito local. ¿Podrá el PRO retener su hegemonía? ¿Logrará el peronismo dar el batacazo? ¿O será La Libertad Avanza la sorpresa que redibuje el mapa político?

Las elecciones en CABA no son solo un trámite legislativo: son un espejo de las tensiones, las expectativas y las luchas de poder que marcarán el 2025 argentino. El 18 de mayo, los porteños no solo elegirán legisladores; también empezarán a delinear el futuro del país.

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