Jueves 6 de febrero de 2025
Jueves 6 de febrero de 2025
loader-image
temperature icon 17°C

Cinco años sin Fernando Báez Sosa: el crimen violento que marcó a toda una generación  

A cinco años del brutal asesinato de Fernando Báez Sosa, sus asesinos permanecen detenidos en la Alcaidía de Melchor Romero, donde llevan una vida cotidiana marcada por talleres y visitas familiares. Este caso no solo conmocionó al país, sino que también desató un debate sobre la violencia juvenil y la búsqueda de justicia en Argentina.

El 18 de enero de 2020, la vida de Fernando Báez Sosa, un joven de 18 años, fue truncada de manera brutal en Villa Gesell. Su asesinato a manos de un grupo de ocho rugbiers no solo conmocionó a su familia y amigos, sino que también encendió un debate nacional sobre la violencia juvenil, el racismo y la impunidad en el país. A cinco años del trágico suceso, es fundamental recordar los detalles del caso y reflexionar sobre sus repercusiones.

Fernando fue atacado por un grupo de rugbiers tras una discusión en un boliche. El ataque fue feroz y coordinado, resultando en múltiples lesiones que causaron su muerte por un paro cardiorrespiratorio. La autopsia reveló que sufrió un shock neurogénico debido a las severas contusiones en su cabeza y otras partes del cuerpo. 

Las imágenes del ataque, captadas por cámaras de seguridad, mostraron la brutalidad del acto y se convirtieron en prueba clave durante el juicio.

Los ocho jóvenes involucrados en el crimen fueron identificados como Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Ayrton Viollaz, Blas Cinalli y los hermanos Lucas y Luciano Pertossi. En febrero de 2023, cinco de ellos fueron condenados a prisión perpetua por homicidio doblemente agravado, mientras que tres recibieron penas menores de 15 años. Este veredicto marcó un hito en la lucha contra la violencia y la impunidad en Argentina.

El caso Báez Sosa generó una ola de indignación en la sociedad argentina. Las redes sociales se inundaron de mensajes pidiendo justicia y condenando la violencia. Además, se organizó una serie de marchas y protestas en todo el país bajo el lema «Justicia por Fernando», que se convirtieron en un símbolo de resistencia contra la violencia juvenil y el machismo.

El crimen también puso de relieve problemas más profundos en la cultura argentina, como el racismo y la discriminación. Muchos analistas han señalado que el ataque fue motivado por prejuicios hacia Fernando, quien era percibido como diferente por su aspecto físico[1]. Esto llevó a un análisis más amplio sobre cómo se aborda la violencia en las comunidades deportivas y entre los jóvenes.

A cinco años del asesinato de Fernando Báez Sosa, su memoria sigue viva en la lucha por justicia y equidad. El caso ha sido un catalizador para discutir temas importantes como la violencia entre jóvenes, el racismo y la necesidad de una reforma judicial más efectiva. La sociedad argentina continúa enfrentando estos desafíos, recordando que cada vida perdida es una tragedia que debe ser honrada con cambios significativos.

La historia de Fernando es un recordatorio doloroso pero necesario sobre los peligros del odio y la violencia. En este aniversario, es esencial no solo recordar lo ocurrido, sino también trabajar juntos para construir un futuro donde tales crímenes no se repitan.

Scroll al inicio