Miércoles 16 de abril de 2025
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Convocaron a Estatales bonaerenses tras exigir la reapertura salarial ante la inflación desbocada

Los trabajadores públicos de Buenos Aires no aguantan más: con sueldos que se evaporan por la suba de precios, los gremios presionaron a Kicillof para negociar ahora. Fueron convocados para este lunes a la gobernación.

La inflación no da tregua en Argentina, y los trabajadores estatales de la provincia de Buenos Aires alzan su voz con fuerza. Este viernes, los gremios que representan a los empleados públicos bonaerenses, nucleados en la Ley 10.430, han intensificado sus reclamos para que el gobierno de Axel Kicillof convoque de manera urgente a una mesa de negociación salarial. La demanda surge tras meses de erosión del poder adquisitivo, en un contexto económico donde los precios no ceden y los salarios parecen correr siempre desde atrás.

El malestar entre los estatales se hizo evidente en las últimas horas. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), dos de los sindicatos con mayor peso en la provincia, emitieron comunicados exigiendo la reapertura de las paritarias, clausuradas tras el acuerdo de febrero que estableció un incremento del 9% en dos tramos (7% en febrero y 2% en marzo). Este ajuste, que en su momento fue aceptado con reservas, hoy resulta insuficiente frente a las proyecciones inflacionarias que, según analistas, podrían superar el 2% mensual en el primer trimestre de 2025.

Un reclamo con eco en las calles

La jornada de este viernes estuvo marcada por asambleas espontáneas en varias dependencias públicas de La Plata, donde trabajadores de sectores como salud, educación y administración expresaron su preocupación. “No llegamos a fin de mes. Los sueldos se diluyen con cada remarcación en el supermercado”, señaló una empleada administrativa durante una movilización frente al Ministerio de Trabajo bonaerense.

Los gremios, por su parte, no descartan medidas de fuerza si no hay respuestas concretas en los próximos días.
Claudio Arévalo, secretario general de ATE Buenos Aires, fue contundente: “Necesitamos una recomposición que nos permita recuperar lo perdido. La inflación nos está comiendo el salario, y no podemos esperar hasta abril para sentarnos a negociar”. Desde UPCN, Fabiola Mosquera coincidió en la urgencia, aunque abogó por un diálogo constructivo: “Entendemos las dificultades económicas de la provincia, pero los trabajadores no pueden ser siempre los que paguen el costo del ajuste”.

El contexto económico, un escollo para la negociación

El gobierno provincial enfrenta un escenario complejo. La caída de recursos coparticipables, sumada a la incertidumbre por las políticas económicas del gobierno nacional, limita el margen de maniobra de Kicillof. En diciembre de 2024, las autoridades bonaerenses ya habían advertido sobre un “estado complejo” en las finanzas públicas, aunque garantizaron el pago de salarios y aguinaldos. Sin embargo, los gremios insisten en que la situación actual requiere un esfuerzo adicional para evitar que los trabajadores caigan por debajo de la línea de pobreza.

El último acuerdo paritario, firmado en febrero, incluyó una cláusula de revisión para abril, pero los sindicatos consideran que esa fecha es demasiado lejana. “No podemos esperar dos meses más mientras los precios suben todos los días”, afirmó un delegado gremial durante una asamblea en el Hospital San Martín de La Plata.

Otros pedidos en la mesa

Más allá del aumento salarial, los gremios aprovecharon la coyuntura para renovar reclamos históricos: el pase a planta permanente de miles de trabajadores precarizados, la derogación de normativas que limitan derechos laborales y la mejora en el funcionamiento del Instituto de Obra Médico Asistencial (IOMA). En el caso de los profesionales de la salud, agrupados en CICOP, también se reclama una jerarquización salarial para quienes ocupan cargos de mayor responsabilidad en hospitales públicos.

La respuesta del gobierno

Los gremios fueron convocados para este lunes para retomar las conversaciones. Fuentes cercanas al Ministerio de Economía señalaron que las autoridades están evaluando el impacto de la inflación en los salarios.

Una pulseada que define el 2025

La discusión salarial de los estatales bonaerenses no es solo una cuestión económica: es un termómetro del clima social en la provincia más poblada del país. Con un año electoral en el horizonte y una economía que no da respiro, el gobierno de Kicillof enfrenta el desafío de equilibrar las demandas de los trabajadores con las restricciones fiscales. Mientras tanto, los estatales no bajan los brazos y prometen mantener la presión hasta lograr una respuesta que les permita recuperar el terreno perdido frente a la inflación.

La próxima semana será clave. Si las negociaciones no avanzan, las calles de La Plata podrían convertirse en el escenario de una nueva escalada de protestas. Por ahora, los trabajadores esperan, pero su paciencia se agota.

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