Este martes, el PRO define su futuro en una reunión clave. Los intendentes alzan la voz con reclamos urgentes mientras las negociaciones con La Libertad Avanza penden de un hilo. ¿Habrá acuerdo electoral o un quiebre que sacuda la política bonaerense?
El PRO bonaerense se prepara para una cumbre decisiva este martes 15 de abril a las 12 en la sede nacional del partido, ubicada en la calle Balcarce, Ciudad de Buenos Aires. El encuentro, que reunirá a los principales referentes del partido en la provincia, tiene como objetivo discutir las condiciones de un posible acuerdo electoral con La Libertad Avanza (LLA), la fuerza liderada por Javier Milei. “Se van a escuchar reclamos de los intendentes para trasladar a las reuniones con los libertarios”, confiaron fuentes del partido, dejando entrever que las negociaciones no estarán exentas de tensiones internas.
Un escenario de alianzas y desencuentros
El PRO, liderado en la provincia por Cristian Ritondo, enfrenta el desafío de consolidar una estrategia electoral que le permita competir con fuerza frente al oficialismo bonaerense de Unión por la Patria, encabezado por Axel Kicillof. Las tratativas con LLA, que comenzaron a tomar forma en marzo con una reunión en Casa Rosada entre Ritondo, Diego Santilli, Guillermo Montenegro y la cúpula libertaria —incluidos Javier y Karina Milei—, avanzan a paso firme pero con obstáculos. Según fuentes cercanas, el acuerdo está “bien encaminado”, pero las condiciones aún generan fricciones dentro del propio PRO.
El encuentro del martes será un espacio para que los intendentes, figuras clave en el armado territorial del partido, expresen sus demandas. Entre los reclamos más urgentes están la necesidad de garantizar espacios en las listas electorales para los candidatos del PRO y la preocupación por las agresiones verbales de LLA en la campaña, especialmente en distritos donde los libertarios buscan marcar terreno. “Los intendentes quieren claridad sobre cómo se integrarán las listas y qué autonomía tendrán en sus municipios”, señaló un dirigente bonaerense, que pidió reserva de su identidad.
Voces divididas en el PRO
La cumbre llega en un momento de división interna. Mientras Ritondo, Santilli y Montenegro encabezan el sector que apuesta por una alianza con LLA para “darle una alternativa real al kirchnerismo”, otros referentes como Mauricio Macri y algunos intendentes, como Soledad Martínez y Pablo Petrecca, defienden una postura más cauta. Según publicaciones recientes en redes sociales, esta tensión refleja un debate entre quienes priorizan la “pureza” del PRO y quienes ven en la confluencia con los libertarios una oportunidad para ganar terreno en la provincia.
Macri, aunque dio su aval inicial a las negociaciones, ha expresado que el acuerdo aún está en “fase de palabras y fotos”. En una reciente reunión con Ritondo y otros líderes, sugirió dos condiciones claras para avanzar: moderar las agresiones de LLA en la campaña y asegurar lugares relevantes para el PRO en las listas, localidad por localidad. Sin embargo, desde el entorno libertario aseguran que las decisiones no pasan exclusivamente por Macri, lo que genera dudas sobre su influencia real en el proceso.
Los intendentes, eje de la discusión
Con más de 40 intendentes confirmados para el encuentro, el peso de los jefes comunales será determinante. Figuras como Guillermo Montenegro (Mar del Plata), Pablo Petrecca (Junín) y Soledad Martínez (Vicente López) buscarán que sus necesidades locales sean escuchadas. En distritos clave del conurbano y el interior, los intendentes temen que un acuerdo mal negociado debilite sus armados frente a LLA, que carece de una estructura territorial sólida pero cuenta con un discurso de alto impacto.
“El PRO tiene capilaridad en la provincia, algo que LLA no puede igualar. Pero necesitamos garantías de que no seremos absorbidos por su narrativa”, expresó un intendente del interior, resumiendo el sentir de varios de sus pares. La reunión también abordará el impacto del eventual desdoblamiento electoral bonaerense, una posibilidad que podría abrir la puerta a una alianza más amplia contra el peronismo.
LLA: entre la apertura y la intransigencia
Del lado libertario, las señales son contradictorias. Mientras Karina Milei y su operador bonaerense, Sebastián Pareja, muestran predisposición para cerrar un acuerdo, insisten en que cualquier integración debe alinearse con la identidad de LLA. La reciente foto de una reunión secreta en el despacho de Martín Menem, con Ritondo, Santilli y Montenegro, fue interpretada como un gesto de avance, pero también como un recordatorio de que los libertarios buscan liderar el proceso.
En este contexto, el PRO enfrenta una encrucijada: ceder ante las demandas de LLA para lograr una alianza competitiva o mantener su autonomía a riesgo de fragmentar el voto opositor. “Un mal acuerdo es mejor que no acordar nada”, habría dicho Santilli en una reunión previa, según fuentes partidarias, reflejando la urgencia de algunos sectores por cerrar filas.
Hacia un 2025 decisivo
Con las elecciones legislativas de octubre en el horizonte, donde se renovarán 35 bancas de diputados nacionales por Buenos Aires, el PRO sabe que la provincia es la “madre de todas las batallas”. Una alianza con LLA podría consolidar una fuerza capaz de disputarle el primer puesto a Unión por la Patria, pero el costo político de esa convergencia aún está por definirse.
La cumbre del martes no solo marcará el rumbo de las negociaciones con los libertarios, sino que también pondrá a prueba la cohesión interna del PRO bonaerense. Mientras los intendentes alzan la voz y los líderes buscan un equilibrio entre pragmatismo y principios, el reloj electoral sigue corriendo. En Balcarce, el futuro del partido amarillo comienza a tomar forma, pero no sin antes sortear un camino lleno de desafíos.