Sábado 19 de abril de 2025
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Diputados debatirá la suspensión de las PASO 2025: un paso clave en el desdoblamiento electoral

De aprobarse la ley, el calendario electoral quedará definido: el 7 de septiembre, los bonaerenses votarán con boleta partidaria para cargos provinciales, y el 26 de octubre, con Boleta Única de Papel, para cargos nacionales. Este esquema, según Kicillof, no solo garantiza claridad para los votantes, sino que permite a la provincia discutir su agenda propia, diferenciada de la nacional.

La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires se prepara para una sesión decisiva el próximo miércoles 23 de abril, a las 15 horas, donde tratará el proyecto de ley que suspende las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las elecciones de 2025. La iniciativa, impulsada por el gobernador Axel Kicillof, cuenta con el respaldo de amplios sectores del oficialismo y la oposición, y busca formalizar la reconfiguración del calendario electoral bonaerense tras el decreto que desdobló las elecciones provinciales de las nacionales. Este movimiento, que ya generó tensiones internas en el peronismo, promete redefinir la estrategia política de cara a los comicios legislativos.

Un proyecto con amplio consenso, pero con ecos de fractura

El proyecto de ley, identificado como A1/25-26, ingresó al Senado provincial la semana pasada y obtuvo media sanción con una sola abstención, según publicaciones en redes sociales y medios locales. La rápida aprobación en la Cámara Alta, tras el retiro de una iniciativa del kirchnerismo que proponía elecciones concurrentes, refleja el consenso alcanzado entre el oficialismo de Unión por la Patria, sectores del PRO, La Libertad Avanza y otros bloques opositores. Sin embargo, la decisión no estuvo exenta de controversias, ya que la suspensión de las PASO y el desdoblamiento electoral profundizaron las divisiones internas en el peronismo, especialmente entre Kicillof y el sector liderado por Cristina Fernández de Kirchner.

Kicillof, quien anunció el desdoblamiento de las elecciones provinciales para el 7 de septiembre –separándolas de las nacionales del 26 de octubre–, justificó la medida en la necesidad de evitar el “caos” que implicaría combinar dos sistemas de votación distintos en un mismo día: la boleta partidaria tradicional para cargos provinciales y la Boleta Única de Papel (BUP), aprobada por el Congreso en 2024 para las elecciones nacionales. “Votar el mismo día con dos urnas, dos boletas y dos sistemas sería un desastre. Queremos garantizar un proceso electoral ordenado y transparente”, afirmó el gobernador en una conferencia de prensa el pasado 7 de abril.

El proyecto de suspensión de las PASO, que ahora espera su tratamiento en Diputados, propone eliminar las primarias programadas para el 13 de julio, reduciendo así el número de jornadas electorales en la provincia. De aprobarse, los bonaerenses votarían solo dos veces en 2025: el 7 de septiembre para elegir legisladores provinciales, concejales y consejeros escolares, y el 26 de octubre para renovar 35 diputados nacionales. Sin esta ley, los ciudadanos deberían acudir a las urnas en tres ocasiones, un escenario que el oficialismo considera “innecesario” y “costoso”, estimando un gasto electoral de aproximadamente 100.000 millones de pesos si se mantuvieran las PASO.

Las razones detrás de la suspensión

La suspensión de las PASO no es un fenómeno exclusivo de Buenos Aires. A nivel nacional, el Congreso aprobó en febrero de 2025 la suspensión de las primarias para los comicios legislativos, una medida impulsada por el gobierno de Javier Milei que argumentó la necesidad de “achicar el costo de la política”. En este contexto, Kicillof y su equipo, liderado por el ministro de Gobierno Carlos Bianco, sostienen que armonizar el sistema electoral provincial con el nacional es una decisión práctica, especialmente tras la adopción de la BUP, que generó preocupaciones logísticas.

El gobernador ha señalado que experiencias previas, como las elecciones concurrentes en la Ciudad de Buenos Aires en 2023, resultaron en demoras y confusión entre los votantes, con hasta 125 electores por mesa quedándose sin votar en un escenario ideal. “No podemos arriesgarnos a que los bonaerenses no puedan expresar su voluntad de manera efectiva”, remarcó Kicillof, respaldado por un simulacro de votación concurrente realizado por su equipo en enero de 2025.

Además, la suspensión de las PASO responde a una coyuntura económica compleja. La provincia enfrenta recortes de fondos federales y dificultades en la coparticipación, lo que refuerza el argumento de los legisladores oficialistas sobre la “inviabilidad” de organizar tres jornadas electorales. El proyecto presentado por deputados cercanos a Kicillof, como Susana González y Gustavo Pulti, destaca que las PASO, aunque diseñadas para democratizar la selección de candidatos, no son sostenibles en el actual contexto de crisis.

Tensiones internas y estrategias políticas

El desdoblamiento y la suspensión de las PASO han exacerbado las fricciones dentro del peronismo bonaerense. Sectores del kirchnerismo, liderados por Cristina Fernández y Máximo Kirchner, defendían una elección concurrente para enfrentar al gobierno de Milei en un único frente, argumentando que unificar las elecciones fortalecería la oposición. La decisión de Kicillof de avanzar con el desdoblamiento fue interpretada por La Cámpora como una “ruptura” y un gesto de autonomía que podría debilitar la unidad del espacio. Incluso se especula con una posible candidatura de Cristina Kirchner como diputada provincial por la Tercera Sección Electoral, un distrito clave con cinco millones de electores.

Por su parte, Sergio Massa, líder del Frente Renovador, había propuesto realizar las elecciones provinciales en noviembre, una idea que no prosperó. La falta de acuerdo entre estas facciones llevó a Kicillof a tomar una decisión unilateral, respaldada por su Movimiento Derecho al Futuro y un grupo de casi 50 intendentes. “No estoy rompiendo nada. Mi compromiso es militar en ambas elecciones para que el ajuste de Milei no llegue a la provincia”, aseguró el gobernador, intentando apaciguar las críticas.

La oposición, en tanto, ve en el desdoblamiento una oportunidad para instalar su agenda en el territorio bonaerense. La Libertad Avanza, con figuras como el senador Sebastián Pareja, y el PRO, liderado por Diego Santilli y Cristian Ritondo, podrían beneficiarse de un escenario electoral fragmentado, especialmente si logran consolidar una alianza. Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que ninguna fuerza ha definido aún sus candidatos principales.

Qué esperar de la sesión del miércoles

La sesión del próximo miércoles en la Cámara de Diputados, presidida por Alexis Guerrera, será un momento clave para consolidar el cronograma electoral bonaerense. Con el respaldo de la mayoría de los bloques, el proyecto de suspensión de las PASO tiene altas probabilidades de aprobarse, aunque no se descartan debates intensos, especialmente por parte de sectores minoritarios como Patria Grande, que ya expresó su disconformidad en el Senado. La abstención del legislador de este espacio, liderado por Juan Grabois, podría repetirse en Diputados, aunque no sería suficiente para frenar la iniciativa.

De aprobarse la ley, el calendario electoral quedará definido: el 7 de septiembre, los bonaerenses votarán con boleta partidaria para cargos provinciales, y el 26 de octubre, con Boleta Única de Papel, para cargos nacionales. Este esquema, según Kicillof, no solo garantiza claridad para los votantes, sino que permite a la provincia discutir su agenda propia, diferenciada de la nacional. “Defender a la provincia es contribuir al proyecto nacional”, afirmó el gobernador, dejando en claro su intención de posicionar a Buenos Aires como un bastión opositor al gobierno de Milei.

Impacto en el escenario político

La suspensión de las PASO y el desdoblamiento electoral marcan un punto de inflexión en la política bonaerense. Por un lado, Kicillof busca consolidar su liderazgo en la provincia, proyectándose como una figura central en la resistencia al modelo libertario. Por otro, la fractura con el kirchnerismo podría tener consecuencias impredecibles, especialmente si Cristina Kirchner decide competir en las elecciones provinciales. Mientras tanto, la oposición afina sus estrategias para capitalizar las divisiones del peronismo y ganar terreno en un distrito que representa el 38% del padrón electoral nacional.

A pocos días de la sesión legislativa, la atención está puesta en La Plata, donde se definirá no solo el futuro de las PASO, sino también el rumbo político de una provincia clave para el escenario nacional. La crónica de estas elecciones ya comenzó a escribirse, y el próximo miércoles será un capítulo decisivo.

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