Pese a una desaceleración inflacionaria y ventas positivas durante las Fiestas, 2024 será recordado como uno de los peores años para el consumo masivo en las últimas dos décadas. Según un informe de la consultora Scentia, las ventas en supermercados, autoservicios y otros canales registraron una contracción del 13,9% respecto a 2023, con caídas pronunciadas en todos los rubros analizados.
El informe posiciona a 2024 como el tercer peor año en términos de consumo desde 2002, destacando que “todas las categorías finalizaron el año en rojo, con resultados similares en diferentes canales y regiones”. La contracción afectó tanto a supermercados de cadena como a autoservicios independientes, marcando un deterioro generalizado a lo largo del país.
Caídas más profundas en el interior y el AMBA
En los supermercados de cadena, el consumo retrocedió un 17,3% interanual en diciembre y acumuló un descenso del 14,5% a nivel nacional. La situación fue más crítica en el interior del país, donde la caída alcanzó el 18,1% interanual, frente al 13,5% registrado en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Los autoservicios independientes, por su parte, sufrieron una baja aún más pronunciada en el AMBA, con un desplome del 23,9% interanual en diciembre y una contracción acumulada del 4,4% en el año. En las provincias, el retroceso fue de 15,6% interanual y un alarmante 17,6% en el acumulado anual.
Rubros más afectados
Los datos revelan un deterioro significativo en todas las categorías, destacándose las caídas en bebidas con y sin alcohol (-19,6% y -18,3%, respectivamente), productos impulsivos (-18,6%), y artículos de higiene y cosmética (-17%). También se registraron fuertes retrocesos en limpieza de ropa y hogar (-13,9%), desayuno y merienda (-12,6%), alimentos (-9,5%) y productos perecederos (-8,6%).
Diciembre confirmó una leve desaceleración en la caída iniciada en octubre, con un descenso del 18% interanual. Sin embargo, la comparación con diciembre de 2023, marcado por la devaluación y una inflación de 25,5%, sugiere que la base de referencia más baja atenuó la magnitud del declive.
Inflación y expectativas para 2025
El deterioro en el consumo ocurre en un contexto de desaceleración inflacionaria. En diciembre, el índice de precios al consumidor del Indec cerró en 2,7%, mientras que la categoría Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentó un 2,2%. Los principales incrementos se observaron en carnes, pan, cereales y productos lácteos.
A pesar del contexto adverso, el sector mira con moderado optimismo al 2025. Osvaldo del Río, director de Scentia, proyecta un escenario más alentador para el consumo: “Esperamos un año positivo, con un crecimiento estimado del 3% en comparación con 2024, aunque sin grandes saltos debido a las limitaciones en la recuperación salarial y el consumo”.
La expectativa de una mejora más visible a partir del segundo semestre será clave para supermercados, empresas y consumidores, en un contexto donde la recuperación económica parece seguir un camino lento y gradual.