El cashback es magia en tu billetera. Pagar un servicio o realizar una compra a través de la billetera virtual y que en el mismo momento se reciba un reintegro por esa operación es como hacer crecer el dinero en tan sólo un click. En eso consiste el cashback: en pagar algo con la billetera y recibir una parte del dinero gastado de manera inmediata para ahorrarlo o destinarlo a otra operación.
Es un beneficio que viene aplicándose en la Argentina desde hace varios años, aunque en tiempos de crisis más empresas acuden a esta posibilidad para movilizar el consumo. Al principio, eran los bancos los que promovían estas acciones, pero poco a poco más compañías decidieron incorporarlo para favorecer a sus clientes. Esto incluye a las operadoras de servicios móviles que ofrecen el cashback en su billetera virtual.
Lo que se ahorra durante el mes a través de estas acciones de reembolso por pagos puede representar un porcentaje importante del presupuesto. En la Argentina hay más de 60 billeteras virtuales activas, y aunque no hay precisiones sobre qué porcentaje de ese total ofrece reintegros, sin dudas las que hoy brindan ese beneficio a sus usuarios ganan.
Consumo inteligente
¿Por qué la insistencia en el beneficio? Porque el cashback, además de generar un ahorro en cada compra, permite ejercitar el consumo inteligente. Es decir, en vez de realizar una compra compulsiva o adelantar una compra que puede esperar, lleva a planificar esas operaciones para acceder a los reembolsos y beneficios que otorgue la compañía involucrada.
El cashback, en definitiva, es obtener dinero real por realizar una compra en un determinado espacio. Entonces, ¿por qué desaprovechar esa oportunidad que brindan las compañías que ofrecen este beneficio?

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Uno de los rubros que ofrece el cashback más atractivo es el de los servicios móviles. Hay empresas que reintegran hasta el 50 por ciento de lo que se consume en recargas o en las compras de packs de internet. Obtener la mitad del dinero que se gasta de reembolso no es para dejarlo de lado. Sólo hay que pensar en lo que se destina por mes en las recargas para advertir que es posible ahorrar la mitad, o ganarla. Porque siempre es posible destinar ese dinero a otros usos.
Porque con ese mismo reintegro es posible, luego, recargar la tarjeta SUBE, hacer compras con QR, pagar otros servicios, realizar transferencias -sea para la vaquita del asado del fin de semana o para comprar un regalo en común- e, inclusive, para invertir y hacer crecer todavía más ese dinero que ya creció con el cashback.
Fidelidad ante todo
Las empresas que brindan este beneficio buscan la fidelidad de los clientes. ¿Y quién querría ser infiel con una compañía que permite obtener este dinero extra? Porque además de obtener ese dinero que, de otro modo no se tendría, las personas pueden acumular el dinero obtenido por el cashback y utilizarlo en un momento clave, lo que supone un mayor control financiero. En definitiva, este tipo de beneficios ayudan a educarnos en finanzas.

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El cashback funciona en las billeteras virtuales, como se dijo anteriormente. Muchas de ellas exigen asociarlas a una cuenta bancaria, o una tarjeta de débito o crédito. Es la manera de ingresar el dinero en esa billetera y, a partir de ahí, utilizarla teniendo en cuenta que determinadas operaciones que se realicen tendrán un reintegro debidamente aclarado.
El cashback es un gran amigo en tiempos donde cuesta llegar a fin de mes. Pagar con una billetera que brinda este beneficio y ahorrar hasta el 50%, tal como sucede con las recargas móviles, no sólo es una gran ventaja, sino que es una manera de saber que al 30 se llega tranquilo.