El Gobierno argentino elimina más de $1.800 millones en programas de ciencia y tecnología, afectando a instituciones como la Universidad Nacional de La Plata, entre otras tantas Casas de Estudio. ¿Qué significa esto para el futuro de la investigación en el país?
El reciente anuncio del Gobierno argentino, liderado por Javier Milei, dejó a la comunidad científica en estado de shock. A través de la Resolución 2025/10, se oficializó la eliminación de programas destinados a fomentar la ciencia y la tecnología, considerados «gastos innecesarios». Esta medida implica un recorte de más de $1.800 millones que se destinaban a universidades, fundaciones y organizaciones sociales.
La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) es una de las instituciones más afectadas por esta decisión, que busca reorientar los recursos hacia sectores prioritarios como agroindustria y energía.
El Gobierno justifica esta drástica acción alegando que muchos de estos programas no cumplían con objetivos estratégicos y presentaban irregularidades en su ejecución. Además, se exigirá la devolución de fondos no rendidos por parte de las entidades beneficiarias.
Este recorte se produce en un contexto donde el Gobierno dice haber detectado que las universidades no habían rendido cuentas sobre transferencias estatales por un total de $12.000 millones en los últimos 15 años
La eliminación de estos programas plantea serias interrogantes sobre el futuro del desarrollo científico en Argentina y su capacidad para competir en un mundo cada vez más tecnológico. La comunidad académica se encuentra ahora ante el desafío de adaptarse a una nueva realidad donde los recursos son limitados y las prioridades del Gobierno parecen estar cambiando drásticamente.