El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, lanzó una dura crítica contra el presidente Javier Milei, acusándolo de una «increíble bancarrota intelectual» en relación con su gestión de la economía y, en particular, su enfoque sobre la inflación.
En un reciente discurso, Kicillof ironizó sobre los cambios en el discurso del mandatario, afirmando que «resultó ser un marxista, pero de la escuela de Groucho», en referencia al célebre comediante Groucho Marx, conocido por su humor absurdo y sus contradicciones.
Estas declaraciones, que han generado revuelo en redes sociales, reflejan la creciente polarización política en Argentina. A continuación, desglosamos los principales argumentos de Kicillof y el contexto de esta controversia.
Los argumentos de Kicillof contra Milei
- «Bancarrota intelectual» en la teoría de la inflación
Kicillof cuestionó la comprensión de Milei sobre las causas de la inflación, un tema central en la agenda económica argentina. Según el gobernador, el presidente, quien se presenta como un «licenciado» en economía, ha mostrado una «increíble bancarrota intelectual» al simplificar un problema complejo y atribuirlo únicamente al exceso de emisión monetaria. Kicillof argumentó que esta visión ignora factores estructurales, como la indexación de precios, las expectativas del mercado y las distorsiones en las cadenas de suministro, que también alimentan la inflación. - Cambios en el discurso de Milei: «Volantazos conceptuales»
El gobernador señaló que Milei ha comenzado a «cambiar su discurso» respecto a políticas clave, como la devaluación y la dolarización, que fueron pilares de su campaña. Kicillof lo acusó de realizar «volantazos conceptuales» para adaptarse a las críticas y a la realidad económica, lo que, según él, evidencia una falta de coherencia y preparación. «Es un chanta», afirmó Kicillof, utilizando un término coloquial para cuestionar la autenticidad del presidente. - La ironía del «marxismo de Groucho»
La frase más destacada de Kicillof fue su comparación de Milei con un «marxista de la escuela de Groucho». Con esta metáfora, el gobernador no solo ridiculizó los cambios de postura del presidente, sino que también aludió a la inconsistencia de sus propuestas, equiparándolas al humor absurdo de Groucho Marx. Esta declaración, que combina crítica política con un guiño cultural, se viralizó rápidamente en plataformas como X, generando tanto apoyo como rechazo.
Contexto político y económico
Las críticas de Kicillof llegan en un momento de alta tensión económica en Argentina, con una inflación que, según datos del INDEC, superó el 280% interanual en 2024, y un ajuste fiscal promovido por Milei que ha generado protestas en diversos sectores. El presidente, líder del partido La Libertad Avanza, ha defendido su plan de «shock» económico como la única vía para estabilizar el país, mientras que opositores como Kicillof, perteneciente al peronismo, abogan por políticas más graduales que prioricen el consumo y la producción.
El cruce verbal entre ambos líderes refleja la polarización que atraviesa el país, donde las posturas económicas se han convertido en un campo de batalla ideológico. En X, usuarios alineados con el oficialismo han calificado las declaraciones de Kicillof como «desesperadas», mientras que sectores opositores las celebran como una crítica certera a la gestión de Milei.
Reacciones y análisis
Las palabras de Kicillof no solo buscan deslegitimar a Milei, sino también posicionar al gobernador como una figura clave dentro de la oposición de cara a futuros comicios. Sin embargo, su tono irónico y el uso de términos como «chanta» podrían ser interpretados como una estrategia para captar la atención mediática, pero también arriesgan alienar a sectores moderados que buscan un debate más técnico.
Desde el punto de vista económico, los argumentos de Kicillof sobre la inflación no son nuevos, pero refuerzan una visión heterodoxa que contrasta con el monetarismo estricto de Milei. Expertos consultados por este medio coinciden en que la inflación argentina es un fenómeno multifactorial, lo que da cierto sustento a las críticas del gobernador, aunque su estilo confrontacional podría opacar el debate de fondo.