Daniel Ferreiro, exdirigente de Nueva Chicago y mano derecha de Tapia, cargó contra Verón a través de la red social X. Ferreiro acusó al presidente del club albirrojo de querer “vender” la institución y lo amenazó directamente con la posibilidad de excluir a Estudiantes de la Liga Profesional.
La relación entre Estudiantes de La Plata y la AFA vive días de alta tensión tras la polémica generada por el preacuerdo entre Juan Sebastián Verón y el empresario estadounidense Foster Gillett. El proyecto, que busca convertir el fútbol profesional del club en una sociedad comercial, enfrenta una fuerte resistencia desde la dirigencia del fútbol argentino, encabezada por figuras cercanas a Claudio “Chiqui” Tapia.
El primer golpe lo dio Daniel Ferreiro, exdirigente de Nueva Chicago y mano derecha de Tapia, quien cargó contra Verón a través de la red social X. Ferreiro acusó al presidente del club albirrojo de querer “vender” la institución y lo amenazó directamente con la posibilidad de excluir a Estudiantes de la Liga Profesional. “Estudiantes será de un ciudadano norteamericano. Verón se convierte de presidente en socio. Ojalá, por los hinchas, que este proyecto vaya para atrás”, lanzó Ferreiro, sumando comentarios irónicos que desataron la reacción de los hinchas.
Entre las respuestas destacó la del actor y reconocido hincha albirrojo Federico D’Elía, quien salió en defensa de Verón. Sin embargo, Ferreiro redobló la apuesta al plantear que, de prosperar el acuerdo, el club tendría que buscar competir en ligas extranjeras debido a las restricciones de la AFA sobre la participación de sociedades anónimas. “¿Posibles torneos? Liga chilena, Liga MX, quizá Uruguay… pero no en la Argentina”, ironizó.
Otro dirigente que se sumó a las críticas fue Pablo Toviggino, tesorero de la AFA, quien atacó duramente la propuesta y cuestionó la gestión de Verón desde Miami, donde se llevó a cabo la negociación inicial con Gillett. En su publicación, Toviggino defendió el modelo de clubes como asociaciones civiles, resaltando que este principio es una base fundacional del fútbol argentino, “campeón del mundo y bicampeón de América”.
Un acuerdo que genera debate
El preacuerdo firmado entre Verón y Gillett contempla una inversión multimillonaria que podría alcanzar los 400 millones de dólares. Entre los planes está no solo el fichaje de jugadores de alto nivel, como la reciente incorporación de Cristian Medina, sino también proyectos de infraestructura que incluyen nuevas oficinas, ampliación de la escuela y mejoras en instalaciones deportivas. Medina, cuya cláusula de rescisión de 15 millones de dólares fue abonada por el grupo de Gillett, ya generó un impacto mediático con su llegada al Pincha.
Este movimiento, sin embargo, es visto por críticos como una estrategia de Verón para ganar apoyo interno frente a una Asamblea Extraordinaria donde se definirá la aprobación del acuerdo. Desde sectores opositores dentro del club y la AFA, se señala que esta apuesta podría hipotecar el futuro del club, transformándolo en una sociedad dependiente de un acreedor extranjero.
El trasfondo político y deportivo
El conflicto no es solo financiero, sino también político. La postura de la AFA contra este tipo de transformaciones tiene raíces profundas en el fútbol argentino, donde la idea de que los clubes pertenezcan a sus socios es un principio que trasciende lo deportivo. A pesar de ello, Verón defiende que la inversión extranjera podría ser la clave para llevar a Estudiantes a un nuevo nivel competitivo.
Mientras tanto, en La Plata, el tema no pasa desapercibido. La polémica no solo pone en el centro del debate el futuro de una de las instituciones más importantes de la ciudad, sino que también reaviva la discusión sobre los modelos de gestión en el fútbol argentino. Con opiniones divididas y un clima tenso, la resolución del conflicto promete ser determinante para el futuro del club y su lugar en el mapa del deporte nacional.