En un año electoral crucial, Axel Kicillof despliega una audaz estrategia para consolidar su poder en la provincia de Buenos Aires. ¿Su objetivo? Construir una base sólida que lo posicione como el líder indiscutible del peronismo, incluso a costa de desafiar a figuras históricas como Cristina Fernández de Kirchner. Descubre los detalles de su arriesgada jugada política.
Axel Kicillof retomó en febrero sus actividades políticas con una línea discursiva enfocada en criticar las políticas de Javier Milei, buscando la unidad del campo popular más allá del peronismo. Su estrategia se centra en convocar a todos aquellos que se sientan representados en la defensa del Estado, argumentando que Milei busca destruirlo.
Kicillof manifestó reiteradamente que el modelo económico actual favorece a una minoría en detrimento de los trabajadores y la industria nacional, criticando la desregulación y apertura económica. Además, ha lamentado la violencia y el maltrato por parte de las autoridades nacionales, comprometiéndose a defender la producción y el trabajo de la provincia de Buenos Aires.
El frente interno: La Cámpora y Cristina
Dentro del peronismo, Kicillof busca construir un frente político que se despegue de Cristina Fernández de Kirchner, coincidiendo con otros líderes provinciales como Ricardo Quintela. Sin embargo, las recientes designaciones de funcionarios cercanos a Sergio Massa sugieren la necesidad de equilibrar diferentes sectores dentro del frente interno.
La relación de Kicillof con La Cámpora también es un factor importante en la construcción de su poder. Aunque el bloque oficialista se muestra cohesionado, Kicillof necesita mantener el equilibrio y evitar contradicciones que puedan surgir de la lealtad a diferentes facciones.
La ingeniería electoral de Kicillof
De cara a 2025, Kicillof se enfrenta al desafío de armar electoralmente el distrito más importante del país. Para lograrlo, necesita construir un frente político amplio, identificar a sus aliados y neutralizar a sus potenciales enemigos.
Uno de los obstáculos que enfrentó Kicillof fue el bloqueo de un paquete de leyes clave en la Legislatura, incluyendo un permiso para renegociar la deuda contraída por la administración anterior. Superar estos obstáculos requerirá de una cuidadosa ingeniería política y la capacidad de construir consensos con diferentes sectores.