Martes 29 de abril de 2025
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Legislatura bonaerense: duros cruces entre diputados de Kicillof y Cristina tras la suspensión de las PASO

La suspensión de las PASO, que debía ser un paso hacia la simplificación del proceso electoral, terminó siendo el catalizador de una crisis interna que amenaza con redefinir el peronismo bonaerense. Con los plazos electorales en el centro de la disputa y el armado de listas como próximo campo de batalla, el peronismo enfrenta un desafío crucial

La Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires aprobó hoy la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para las elecciones de 2025, pero la sesión dejó al descubierto una fractura profunda en el seno de Unión por la Patria (UP). Los legisladores alineados con el gobernador Axel Kicillof y los que responden a Cristina Fernández de Kirchner protagonizaron ásperos discursos que expusieron diferencias irreconciliables sobre la estrategia electoral y el armado de listas, en un contexto de máxima tensión política.

Una votación que no trajo paz

La suspensión de las PASO, aprobada con amplio consenso entre el peronismo, el PRO, La Libertad Avanza y parte de la UCR, buscaba simplificar el calendario electoral y evitar un triple turno de votaciones en la provincia. Sin embargo, la sesión se convirtió en un campo de batalla donde los kicillofistas y el cristinismo ventilaron sus discrepancias, especialmente por los plazos electorales y la negativa del sector de Cristina a acompañar las modificaciones propuestas por Kicillof.

El proyecto, que ya había recibido media sanción en el Senado el 15 de abril, contemplaba originalmente cambios en los plazos para la presentación de alianzas y listas, un pedido expreso de la Junta Electoral bonaerense, que advirtió sobre la «imposibilidad material» de cumplir con el cronograma vigente de la ley provincial 5.109. Sin embargo, el cristinismo, junto con el massismo y la oposición, rechazó estas modificaciones, lo que generó malestar en el entorno del gobernador.

“Es una trampa para complicar la organización electoral y condicionar el armado”, denunció un diputado cercano a Kicillof en diálogo con este medio, reflejando la percepción del kicillofismo de que el cristinismo busca limitar su autonomía. Por su parte, los legisladores alineados con Cristina defendieron su postura argumentando que “no es momento para experimentos” y que los plazos actuales son suficientes para un proceso electoral ordenado.

Discursos que encendieron la mecha

Durante la sesión, los discursos de los legisladores dejaron en claro que la tregua entre Kicillof y Cristina, anunciada tras la intervención de la expresidenta el 14 de abril, fue efímera. La senadora Teresa García, referente del cristinismo, había justificado la decisión de acompañar la suspensión de las PASO como un gesto de “inteligencia política” ordenado por Cristina, pero insistió en que el desdoblamiento electoral –impulsado por Kicillof para el 7 de septiembre– es un “error” que fragmenta la estrategia nacional del peronismo.

En la Cámara de Diputados, las intervenciones de los kicillofistas fueron contundentes. La diputada Susana González, del Movimiento Derecho al Futuro, acusó a los sectores del oficialismo de “jugar a la especulación electoral” y defendió la necesidad de ampliar los plazos para garantizar transparencia. “El gobernador necesita herramientas para gestionar un proceso electoral histórico, no obstáculos internos”, remarcó, en una clara alusión al cristinismo.

Por el lado del cristinismo, el diputado Facundo Tignanelli, líder del bloque de UP, minimizó las diferencias y llamó a “cerrar filas” de cara a las elecciones, pero no evitó un dardo: “No podemos municipalizar la política; el peronismo debe construir un discurso nacional”. Sus palabras resonaron como una crítica directa al desdoblamiento, que busca centrar la campaña en la gestión provincial de Kicillof.

La sombra de Cristina y el armado de listas

La interna no solo se centra en el calendario electoral, sino también en el armado de las listas, un terreno donde el cristinismo parece llevar ventaja. En La Plata, el kicillofismo sospecha que la negativa a modificar los plazos es una maniobra para presionar con la posible candidatura de Cristina Kirchner, ya sea como diputada nacional o provincial por la Tercera Sección Electoral. Los plazos actuales (cierre de listas provinciales el 8 de agosto y nacionales el 17 de agosto) permitirían a Cristina jugar en ambos frentes, una estrategia que podría condicionar las decisiones de Kicillof.

“Quieren usar la candidatura de Cristina como una carta de negociación para imponer nombres en las listas”, señaló una fuente del entorno del gobernador. En contraste, desde el cristinismo aseguran que la expresidenta solo busca “garantizar la unidad” y evitar una derrota frente a una alianza entre La Libertad Avanza y el PRO, que ya anunciaron su intención de competir juntos en la provincia.

Reacciones y consecuencias

La sesión, que incluyó un homenaje al Papa Francisco para bajar el tono de la confrontación, no logró apaciguar los ánimos. En las redes sociales, la interna peronista fue tema de debate. “La pelea entre Kicillof y Cristina debilita al peronismo en su bastión. Si no se unen, LLA y PRO pueden dar el batacazo”, escribió un usuario en X, reflejando el temor de los votantes peronistas.

En el kicillofismo, la preocupación crece ante la posibilidad de que la falta de acuerdo derive en listas separadas, un escenario que podría beneficiar a la oposición. “Sin PASO, la unidad es más difícil. Vamos camino a una fractura”, admitió un intendente alineado con el gobernador.
Por su parte, la oposición observó la sesión con atención. “El peronismo está en un laberinto y nosotros vamos a capitalizarlo”, señaló un legislador del PRO, confiado en que la división interna les permitirá ganar terreno en las elecciones del 7 de septiembre (provinciales) y 26 de octubre (nacionales).

Un peronismo al borde del abismo

La suspensión de las PASO, que debía ser un paso hacia la simplificación del proceso electoral, terminó siendo el catalizador de una crisis interna que amenaza con redefinir el peronismo bonaerense. Mientras Kicillof apuesta por consolidar su liderazgo con una campaña centrada en su gestión, Cristina y sus aliados buscan mantener el control del armado nacional, priorizando una estrategia unificada frente al avance de Javier Milei.

Con los plazos electorales en el centro de la disputa y el armado de listas como próximo campo de batalla, el peronismo enfrenta un desafío crucial: encontrar la unidad o arriesgarse a una derrota histórica en su principal bastión electoral. La sesión de hoy fue solo un capítulo más de una saga que promete nuevos enfrentamientos en las semanas por venir.

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