Jueves 6 de febrero de 2025
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Los salarios formales mejoraron en noviembre, pero perdieron poder adquisitivo en el primer año de la gestión Milei

Los salarios de los trabajadores formales registraron en noviembre su séptima mejora mensual consecutiva, logrando un aumento promedio del 3,1% frente a una inflación del 2,7%, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Sin embargo, en los primeros 12 meses del gobierno de Javier Milei, el poder adquisitivo de los trabajadores formales sufrió una caída real del 4,9%.

El contraste entre los sectores público y privado es marcado. Mientras que los ingresos de los empleados estatales acumulan un deterioro del 14,5% desde noviembre de 2023, los trabajadores privados lograron, por primera vez, recuperar el nivel salarial previo a la llegada de Milei a la Casa Rosada. Aun así, esta mejora es apenas del 0,5% en términos reales.

Evolución salarial: luces y sombras

Durante la gestión Milei, los salarios privados crecieron un 167,4% y los públicos un 127,4%, promediando un incremento general del 153%. Estas cifras, aunque impresionantes en términos nominales, están lejos de compensar el impacto inflacionario, especialmente en el sector público, que sigue siendo el más golpeado.

En lo que va del año, los haberes acumulados alcanzaron un alza del 132%, con avances del 140,8% en el sector privado y del 115,6% en el público. Sin embargo, los salarios públicos apenas lograron empatar la inflación de noviembre, lo que refleja las dificultades para mejorar el poder de compra en este segmento.

Optimismo oficial y datos cuestionados

El Ministerio de Economía celebró la mejora en los salarios a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), destacando que en los primeros 11 meses de 2024 los haberes crecieron un 138%, frente a una inflación acumulada del 112% y un aumento de la canasta básica del 82,5%. Sin embargo, este análisis presenta limitaciones.

El índice utilizado por la cartera liderada por Luis Caputo incluye salarios de trabajadores registrados (privados y públicos) y no registrados, pero este último grupo tiene un retraso significativo en las mediciones, ya que se calcula en base a promedios trimestrales móviles. Esto puede distorsionar las comparaciones, especialmente en un contexto de desaceleración inflacionaria.

En términos interanuales, la situación es más crítica: los salarios crecieron un 159,1%, pero la inflación alcanzó un 166%, dejando en evidencia la pérdida de poder adquisitivo.

Recuperación salarial sin impacto en el consumo

A pesar de la recuperación de los salarios privados, el consumo no refleja la misma tendencia. Las ventas en supermercados cayeron un 7,6% en noviembre, evidenciando un fenómeno que se viene señalando desde hace meses: la inflación medida por el INDEC no se corresponde plenamente con la realidad de la canasta de consumo de los argentinos.

El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) plantea que, de haberse ajustado correctamente la medición de inflación, el poder de compra de los salarios no habría mostrado una mejora, sino una caída. Según el informe, la correlación histórica entre el salario promedio registrado y las ventas en supermercados era del 0,838 entre 2017 y 2023, pero cayó abruptamente a -0,05 en el último año.

Esta divergencia, según CEPA, se debe a una medición de la inflación que no refleja fielmente las prioridades de consumo de la población, lo que genera una percepción distorsionada de la recuperación salarial.

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