El vocero presidencial afirmó que prefiere enfrentar a Axel Kicillof antes que a Cristina Kirchner en las próximas elecciones, argumentando que la exvicepresidenta se encuentra en su “último tirón político”.
En el contexto de un año electoral marcado por la incertidumbre y las divisiones internas dentro de la oposición, el vocero presidencial Manuel Adorni dejó clara su preferencia respecto a quién debería ser el candidato adversario al oficialismo. En una reciente entrevista con Luis Majul para LN+, Adorni afirmó que prefiere enfrentar a Axel Kicillof antes que a Cristina Kirchner en las próximas elecciones, argumentando que la exvicepresidenta se encuentra en su “último tirón político”.
“En la provincia de Buenos Aires, como adversario prefiero más a Kicillof porque, si bien los dos son el pasado, Cristina [Kirchner] está en su último tirón político. El gobernador tiene un par de años por delante para seguir molestando, así que sería más divertido”, expresó Adorni. Con estas declaraciones, el portavoz presidencial subrayó la percepción de desgaste que, según él, sufre Cristina Kirchner, y la comparó con un Kicillof que, aunque también forma parte del pasado, tiene un recorrido político más amplio por delante.
Además de sus preferencias electorales, Adorni no escatimó en críticas hacia la gestión de Kicillof en la provincia de Buenos Aires. Calificó su administración como “vomitiva” y cuestionó duramente la inseguridad en la región, atribuyendo la responsabilidad de esta situación al propio gobernador y no al gobierno nacional. “Fue parte de la decadencia argentina, con grandes desastres. Llama mucho la atención que hable las pavadas que habla. Lo que está pasando en la provincia de Buenos Aires es una vergüenza, no funciona. Les recuerdo que la responsabilidad de la seguridad es jurisdiccional”, sentenció Adorni.
El contexto de estas declaraciones se enmarca en una oposición que todavía no ha definido claramente a su candidato para enfrentar al oficialismo, encabezado por Javier Milei, en las próximas elecciones. La postura de Adorni refleja la estrategia del Gobierno de debilitar a sus posibles rivales y capitalizar las divisiones internas dentro de la oposición.