El presidente de la Nación, Javier Milei, reavivó el debate sobre las Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) al asegurar que Estudiantes de La Plata “está en camino a ser una SAD”. La declaración del mandatario, realizada en el marco del polémico acuerdo entre el club platense y el empresario estadounidense Foster Gillett, no tardó en generar repercusiones en el ámbito deportivo y político.
Milei elogió a Juan Sebastián Verón, presidente del club, calificándolo como un líder visionario que “está llevando a Estudiantes hacia el lugar correcto”. Según el mandatario, el convenio con Gillett, que abarca 150 millones de dólares y otorga al empresario el control del 80% del área de fútbol del club, beneficiará a los socios e hinchas. “Verón es un crack adentro y afuera de la cancha”, afirmó, reforzando su postura a favor de las SAD como modelo de gestión.
La respuesta de Verón: “Vamos a usar la SAD para lo que es el fútbol”
Las declaraciones de Milei encontraron una rápida respuesta en Verón, quien buscó despejar dudas sobre el futuro del club. “Estudiantes no será una SAD. El acuerdo con Gillett es para lo que respecta al fútbol, pero la institución seguirá siendo una sociedad civil”, enfatizó el ídolo albirrojo en una entrevista con La Voz Albirroja
Verón reconoció que la relación entre los clubes y la política es inevitable, pero dejó en claro que la esencia de Estudiantes no será negociada: “No estamos entregando el club ni hipotecando su futuro. Esto se pensó para garantizar sustentabilidad económica sin perder nuestra identidad”.
El convenio será sometido a votación en una Asamblea de Socios en febrero, un paso clave para definir la legitimidad del acuerdo, que ha generado posturas divididas dentro y fuera del club.
Caso Medina: un conflicto que expone tensiones legales
La controversia se agravó con la denuncia presentada por Boca Juniors ante la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). El club acusó una irregularidad en el pago de la cláusula de rescisión de Cristian Medina, transferido a Estudiantes por 15 millones de dólares. Según Boca, el monto fue abonado desde una cuenta personal de Gillett, en violación del reglamento de la FIFA, que exige que estos pagos sean realizados directamente por los clubes.
Esta maniobra podría poner en riesgo tanto la operación como la relación entre Estudiantes y Gillett, ya que la normativa invalida cualquier intervención de terceros en los pagos. Además, Boca reclamó que la AFA tome cartas en el asunto, lo que podría derivar en sanciones para Estudiantes si se confirma la irregularidad.
Aunque Verón minimizó el impacto del caso en el acuerdo global con Gillett, este episodio agrega un nuevo nivel de complejidad al debate sobre las SAD y las nuevas formas de financiamiento en el fútbol argentino. Mientras el club espera una resolución por parte de la AFA, el caso Medina ilustra los desafíos legales y éticos que pueden surgir en este tipo de acuerdos.