El laboratorio AstraZeneca ha reconocido en un juicio en el Reino Unido que su vacuna contra el COVID-19 podría tener efectos secundarios en casos específicos.

Según informa The Telegraph, el reconocimiento de AstraZeneca podría resultar en compensaciones de hasta 125 millones de dólares para los demandantes. Uno de los casos emblemáticos es el de un paciente que sufrió una lesión cerebral irreversible después de desarrollar un coágulo sanguíneo y una hemorragia en la cabeza tras vacunarse en abril de 2021.

El laboratorio, en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero, admitió que su vacuna podría causar el síndrome de trombosis con trombocitopenia (TTS) en casos muy raros. Sin embargo, expertos señalan que estos son eventos particulares y de baja frecuencia, con una incidencia reportada de 0.2 a 0.3 por cada 100,000 vacunaciones.

A pesar de estos incidentes, los especialistas subrayan que el beneficio de la vacuna supera el riesgo, y por lo tanto, su aplicación continuará. AstraZeneca inicialmente había negado estas afirmaciones, pero finalmente reconoció la posibilidad de efectos secundarios raros asociados con su vacuna.

El laboratorio enfatiza que la causalidad de estos eventos será evaluada caso por caso y que el síndrome de trombosis con trombocitopenia también puede ocurrir sin la vacunación. Este reconocimiento destaca la importancia de una evaluación constante de la seguridad de las vacunas en el contexto de la lucha contra la pandemia.