En una sesión intensa, la Cámara de Diputados dio luz verde a las modificaciones propuestas por el Ejecutivo en el marco de la Ley de Bases, que suponen ajustes sustanciales en el régimen del Monotributo. Entre los cambios más destacados se encuentra la actualización de los topes de facturación y cuotas, con incrementos que oscilan entre el 300 y el 330 por ciento. Con un tope anual de ingresos de $68 millones, se eliminaría la distinción entre actividades comerciales y de servicios para acceder al régimen simplificado, lo que impactaría en una amplia gama de contribuyentes.

Uno de los puntos más controversiales de la reforma es la eliminación del Monotributo Social, medida que afectaría a aproximadamente 600.000 trabajadores. La propuesta inicial de eliminar este beneficio se vio modificada tras un cuarto intermedio, acordándose postergar la medida por 90 días para permitir que el Gobierno y la oposición negocien la incorporación de una categoría inferior a la "A" en el régimen simplificado.

Esta decisión busca proteger a los monotributistas de menores ingresos, permitiéndoles facturar hasta $6.450.000 anuales en el caso de la categoría A, mientras que aquellos en la categoría K podrían llegar a los $68 millones.

Además de los cambios en los topes de facturación, la reforma contempla aumentos en los importes que los monotributistas abonan mensualmente en concepto del impuesto integrado, así como en los aportes al régimen jubilatorio y a la obra social. Se establece un precio unitario de facturación de $385.000 tanto para servicios como para productos, con una actualización anual por inflación.

Otro aspecto relevante es la posibilidad de reincorporación al Monotributo para aquellos contribuyentes que hayan sido excluidos de manera voluntaria u obligatoria por la AFIP, con la excepción de aquellos que renunciaron al régimen.

Con la aprobación de este proyecto en la Cámara de Diputados, ahora el foco se centra en el Senado, donde se espera un intenso debate sobre los alcances de esta reforma y sus implicaciones para los monotributistas de todo el país. La incertidumbre y las expectativas están en alza, mientras se aguarda por definiciones clave en torno a uno de los pilares del sistema impositivo argentino.