La posible reubicación del Jardín de Infantes N° 903, situado en el corazón del Parque San Martín de La Plata, mantiene en vilo a padres, docentes y alumnos. Este domingo, una mateada frente al establecimiento reunió a la comunidad educativa para visibilizar su rechazo a la ordenanza que busca liberar el espacio verde para proyectos de recuperación ambiental.
El Jardín, ubicado entre las calles 23 y 27, desde 50 a 54, lleva más de 30 años siendo parte del paisaje y la vida cotidiana del parque. La iniciativa de traslado, promovida a partir de una ordenanza aprobada por el Concejo Deliberante, ha generado un fuerte rechazo entre quienes consideran que la medida afectaría a cientos de familias que dependen de esta institución.
¿Por qué se plantea el traslado?
El conflicto tiene como eje central la declaración del Parque San Martín como “área de protección y recuperación ambiental”. Esta normativa, además de derogarse la histórica Ordenanza N° 5.485 de 1983, establece la necesidad de desarrollar un “Plan de manejo” en un plazo de 180 días, orientado a la reconversión y conservación del espacio. Aunque el proyecto estipula la posibilidad de mantener algunas instituciones, se abre la puerta a la reubicación de otras, incluido el jardín, lo que ha generado incertidumbre y malestar.
La voz de la comunidad: protestas que no cesan
La mateada del domingo no fue un hecho aislado. En diciembre pasado, padres y docentes habían realizado un abrazo simbólico al edificio como muestra de resistencia frente a la posible pérdida de su espacio. Ahora, con la normativa ya aprobada, el compromiso de la comunidad sigue firme: exigen la derogación de la ordenanza y una solución que contemple la permanencia del jardín en su ubicación actual.
Durante la protesta, las familias destacaron que la institución forma parte del tejido social y educativo del barrio, siendo una referencia para generaciones de platenses. “Este jardín no solo es un edificio, es parte de nuestra historia y nuestra comunidad”, expresó una madre presente en la manifestación.
¿Qué sigue en la agenda?
El próximo paso en este conflicto dependerá del desarrollo del Plan de manejo del parque, cuya elaboración está en manos del Municipio. Mientras tanto, la comunidad educativa continúa organizándose, y no descarta nuevas acciones en defensa del jardín.
La polémica no solo plantea un debate sobre la gestión de los espacios verdes en la ciudad, sino también sobre cómo equilibrar estas políticas con las necesidades de los vecinos y las instituciones que los habitan. Para los platenses, este caso es un recordatorio de la importancia de participar activamente en las decisiones que afectan a su comunidad.