La gestión de Axel Kicillof prevé anunciar la próxima semana una actualización salarial para los trabajadores estatales y docentes bonaerenses, que incluirá un ajuste por la inflación de enero más un plus para febrero.
Sin embargo, la Provincia dejó en claro que no reabrirá la discusión salarial del 2024, lo que genera tensión con los gremios.
Un aumento que busca contener el inicio del ciclo lectivo
Durante la reunión paritaria realizada en el Ministerio de Trabajo, el Ejecutivo provincial no presentó una propuesta concreta de incremento, aunque adelantó los lineamientos generales del ajuste que se formalizará en los próximos días. La estrategia oficial apunta a garantizar un inicio de clases sin conflictos, en un contexto de dificultades financieras marcadas por el recorte de fondos nacionales y la falta de un presupuesto aprobado.
La oferta incluirá un reconocimiento por la inflación de enero —cuyo dato oficial se conocerá en breve— y un plus adicional para febrero. El pago se hará efectivo en marzo, pero sin carácter retroactivo, lo que marca un punto de fricción con los sindicatos.
Reclamos gremiales y postura del Gobierno
Los gremios estatales y docentes plantearon la necesidad de recuperar el poder adquisitivo perdido en 2024, reclamando un aumento en torno al 10% y la regularización de trabajadores precarizados. También insistieron en que la base de cálculo para futuras actualizaciones sea el salario de enero de 2025.
Desde el Frente de Unidad Docente exigieron una oferta que garantice la recuperación del salario y el pago inmediato a todos los trabajadores activos y jubilados. En la misma línea, la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) solicitó una actualización de las asignaciones familiares y mayores precisiones sobre los incrementos previstos para febrero y marzo.
El Gobierno, por su parte, argumentó que la crisis financiera impide otorgar aumentos retroactivos y que la eliminación de transferencias discrecionales desde la Nación, sumada a la postergación del vencimiento de impuestos provinciales, impacta en la recaudación. Solo en el primer trimestre del año, la administración bonaerense estima que perderá ingresos por unos 40 mil millones de pesos. Además, en marzo deberá afrontar el pago de 270 millones de dólares a bonistas extranjeros.
Impacto en los salarios y otros acuerdos
A pesar de las tensiones, el Ejecutivo ratificó que los aumentos impactarán sobre los sueldos básicos, lo que beneficiará a la antigüedad, bonificaciones y jubilaciones. También se avanzó en negociaciones específicas para los empleados de la Ley 10.430, incluyendo la discusión de una nueva carrera administrativa y el pago de una bonificación para el agrupamiento Profesional, en función de las diferencias salariales con otras provincias.
Mientras se espera la oferta formal para la próxima reunión paritaria, la incertidumbre se mantiene, especialmente entre los docentes, quienes aún no tienen confirmación de si recibirán la misma actualización que el resto de los estatales. Con el inicio de clases programado para el 5 de marzo, el desenlace de estas negociaciones será clave para determinar si el ciclo lectivo arranca con normalidad o bajo medidas de fuerza.