Lo que comenzó como una movilización pacífica para exigir justicia por el asesinato de Kim Gómez derivó en serios disturbios frente a la Municipalidad de La Plata. Dos personas fueron detenidas tras los destrozos registrados en el edificio comunal.
Reclamo de seguridad y justicia
La manifestación tuvo lugar el miércoles por la tarde en el Palacio Municipal. Vecinos y organizaciones se congregaron para reclamar mayor seguridad y respuestas por el crimen de la niña de 7 años en Altos de San Lorenzo. Sin embargo, la jornada terminó con escenas de violencia cuando un grupo reducido de asistentes atacó la fachada del edificio, provocando la rotura de vidrios y otros daños materiales.
Detenidos con antecedentes penales
Fuentes policiales confirmaron que dos individuos fueron trasladados a la comisaría Primera. Ambos cuentan con antecedentes penales graves, lo que refuerza la hipótesis de que los incidentes fueron promovidos por infiltrados y no por quienes se manifestaban legítimamente.
Acusaciones contra infiltrados
Desde la Municipalidad señalaron que los responsables de los destrozos serían ex empleados comunales cesanteados tras la asunción de Julio Alak. “Eran parte del personal del Cementerio y habían sido despedidos por estar involucrados en robos de placas de bronce y otros materiales de valor”, indicaron fuentes oficiales. Aunque los detenidos no pertenecían a la administración anterior, se los vincula con este mismo grupo de infiltrados que habría generado los disturbios.
Intento de ingreso y destrucción de bienes públicos
El momento de mayor tensión se vivió en el acceso de calle 12, cuando manifestantes intentaron ingresar por la fuerza al Palacio Municipal. Ante el cierre de las puertas, arremetieron contra la estructura con palos y piedras, destrozando persianas, mamparas de vidrio y ventanas. Las cámaras de seguridad registraron la secuencia de los hechos, que ahora forman parte de la investigación.
Un reclamo que persiste
A pesar de los disturbios, la marcha continuó su recorrido hacia la Gobernación con el pedido unánime de justicia. La situación dejó una nueva alerta sobre el clima de inseguridad y violencia que se vive en la ciudad, y reabre el debate sobre las estrategias de prevención y contención en protestas de alto impacto social.