El crecimiento demográfico de La Plata avanza a paso firme, pero la infraestructura de servicios esenciales no sigue el mismo ritmo.
Un reciente informe de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) reveló que el 12% de los hogares no tiene acceso al agua de red y el 32% carece de cloacas, con marcadas desigualdades entre el centro y los barrios periféricos.
Un crecimiento desparejo
Con más de 750 mil habitantes, La Plata es el segundo distrito más grande de la provincia de Buenos Aires y en los últimos 12 años su población aumentó un 17,4%, superando el promedio bonaerense del 12,2%. Sin embargo, este desarrollo no fue acompañado por una expansión proporcional de los servicios básicos, dejando a miles de vecinos en una situación de vulnerabilidad.
Según el estudio, el 88% de los hogares platenses está conectado a la red de agua potable, mientras que un 10% depende de perforaciones. Aún así, más de 7.600 viviendas siguen sin acceso formal al agua, lo que expone a sus habitantes a problemas sanitarios y de calidad de vida.
El saneamiento es el área más crítica: solo el 68% de los hogares cuenta con cloacas y el 85% accede a algún tipo de sistema de tratamiento de residuos, como pozos ciegos o cámaras sépticas. En consecuencia, unas 43.500 viviendas eliminan sus desechos sin tratamiento, lo que equivale a volcar diariamente el contenido de 700 camiones atmosféricos en zanjas, arroyos o directamente en el suelo, generando un grave problema ambiental y sanitario.
Las zonas más afectadas
Mientras que en el casco urbano la cobertura de agua y cloacas supera el 95%, en localidades como El Peligro, Etcheverry y Arturo Seguí la situación es alarmante: solo entre el 4% y el 7% de los hogares están conectados a la red pública. Estas zonas, además de registrar un crecimiento poblacional acelerado en los últimos años, presentan altos niveles de pobreza, lo que limita aún más el acceso a soluciones privadas como perforaciones o sistemas de saneamiento autónomos.
¿Quién está a cargo del servicio?
El abastecimiento de agua y cloacas en La Plata depende en gran medida de Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA), que provee el 81% del servicio de agua y el 94% del sistema de saneamiento. Sin embargo, en algunas localidades de la periferia operan cooperativas, como en Abasto, Etcheverry, Olmos, Gorina y Melchor Romero.
En los sectores donde ABSA no tiene presencia, la cobertura es aún menor, lo que genera un círculo vicioso de falta de infraestructura, incremento de la demanda y dificultades económicas para financiar soluciones alternativas.
Un problema estructural con urgencia de soluciones
Los datos del informe de la UNLP dejan en evidencia una realidad: aunque La Plata mantiene indicadores superiores al promedio provincial en materia de acceso a servicios básicos, el crecimiento demográfico ha superado la capacidad de expansión de la infraestructura.
Desde 2010, solo se ha cubierto el 62% de la demanda de agua de red y apenas el 33% de la demanda de cloacas, obligando a miles de familias a recurrir a soluciones individuales que, a largo plazo, no resuelven el problema de fondo.
La brecha en el acceso al agua y al saneamiento sigue marcando diferencias en La Plata, y mientras la población continúa en aumento, la infraestructura parece quedar siempre un paso atrás.
