La súbita decisión de desvincular a 250 empleados del PAMI ha encendido las alarmas en distintas sedes del organismo, incluida la delegación de La Plata, donde los trabajadores se preparan para una asamblea decisiva. La reunión tendrá lugar este jueves a las 12 frente a la sede central ubicada en calle 7 entre 35 y 36, con el objetivo de analizar posibles medidas de fuerza ante el temor de nuevos recortes.
Según fuentes internas, las desvinculaciones se concentraron mayormente en agencias clave de la provincia de Buenos Aires, y no se descarta que el viernes 24 se anuncie una segunda tanda de despidos que podría afectar a otros 250 empleados a nivel nacional. En La Plata, cinco trabajadores ya se han visto perjudicados por esta situación.
“La asamblea coincidirá con una reunión clave entre los sindicatos y el Ministerio de Salud, donde se debatirá la posibilidad de reincorporar a los despedidos”, explicó uno de los afectados. Además, el ambiente de incertidumbre se intensifica con los rumores sobre nuevos ajustes.
Desde el lunes, numerosos empleados encontraron bloqueado su acceso a los lugares de trabajo sin previo aviso. Las autoridades del PAMI justifican las desvinculaciones como parte de un plan para optimizar recursos, alegando duplicación de funciones y presunto incumplimiento de tareas. Sin embargo, los trabajadores denuncian que estas medidas responden a un ajuste sistemático que afecta las prestaciones y derechos de los afiliados.
Críticas al ajuste estructural
La gestión actual, liderada por el presidente Javier Milei, ha impulsado una reorganización que incluye recortes en áreas sensibles. Entre las principales quejas, los empleados mencionan la reducción de medicamentos gratuitos para jubilados que perciben ingresos superiores a $335.000 (incluyendo bonos), la eliminación de prestaciones geriátricas y recreativas, y la falta de actualización en subsidios sociales como el alimentario, que permanece en un máximo de $8.000 desde 2024.
Trabajadores autoconvocados del PAMI en La Plata calificaron estas acciones como “un intento de desmantelar el organismo y despojar de servicios esenciales a los afiliados más vulnerables”. La tensión también se siente entre los sindicatos, que buscan una respuesta concreta de las autoridades para evitar un conflicto mayor.
Mientras tanto, los empleados del PAMI en La Plata continúan en estado de alerta y esperan que la asamblea del jueves marque el camino para frenar los despidos y preservar las prestaciones que miles de afiliados dependen diariamente.
