Después de casi tres semanas de inactividad por una protesta gremial, el Hipódromo de La Plata vuelve a abrir sus puertas este domingo con un programa de 11 carreras. La medida de fuerza, impulsada por la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores, fue levantada de manera provisoria, en un intento por no seguir perjudicando una actividad que ya muestra signos de desgaste estructural.
La decisión del gremio llegó tras semanas de tensión originadas por la falta de cobertura médica adecuada para los trabajadores del turf, que reclaman mejoras en la atención sanitaria y mayor acceso a instituciones privadas. A pesar de que las demandas aún no fueron satisfechas, los trabajadores resolvieron suspender el paro y retomar el diálogo con las autoridades del Hipódromo, con la esperanza de encontrar una solución negociada.
Este domingo, la actividad hípica se reanudará con un total de 11 carreras programadas entre las 14 y las 19 horas. La jornada tendrá como plato fuerte el Clásico Fortunato Damiani (G3), que repartirá premios por más de 10 millones de pesos. La iniciativa apunta a reactivar una industria golpeada por la falta de inversión, la caída en las apuestas y la desatención estatal.
Gremios en alerta, pero con predisposición al diálogo
“El levantamiento de la medida es en pos de no perjudicar una actividad que de por sí se encuentra en franca crisis”, señalaron desde la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores en un comunicado. El gremio aclaró que continuará el trabajo conjunto con las autoridades del circo hípico para avanzar en las mejoras pendientes.
En paralelo, y ante la presión de otro sector del turf, el Hipódromo anunció una actualización en la escala de premios, respondiendo a un pedido formal de la Asociación de Vareadores. Desde la administración local argumentaron que el ajuste responde tanto al “contexto social y económico actual” como a la necesidad de sostener el interés de los trabajadores y profesionales que dependen de la actividad.
Un conflicto que expuso viejas deudas
El conflicto se originó tras un grave accidente sufrido por el jockey Juan Pintos el pasado 18 de marzo. El hecho encendió las alarmas sobre las condiciones de seguridad y cobertura médica en el ámbito hípico. La respuesta inicial de las autoridades incluyó la promesa de contar con ambulancias de alta complejidad, un seguro médico de hasta 9 millones de pesos y la creación de un fondo para gastos médicos y rehabilitación.
Sin embargo, los trabajadores rechazaron la propuesta al considerar insuficientes las garantías ofrecidas, y evitaron firmar la documentación correspondiente. A pesar de esto, decidieron retomar las actividades con la expectativa de que las negociaciones puedan destrabar una situación que mantiene en vilo a cientos de familias que dependen del turf platense.
En una ciudad como La Plata, donde el Hipódromo tiene un valor cultural, económico y simbólico, la reanudación de las carreras representa un alivio temporal. Pero si no se avanza en soluciones estructurales, el riesgo de que se repitan estos conflictos sigue latente.