Tras un intenso fin de semana de definiciones y planteamientos audaces, el cónclave entre Axel Kicillof y Jorge Ferraresi surgió como el punto de inflexión en una serie de movimientos estratégicos que apuntan a reconfigurar el mapa político de cara a las elecciones venideras.

El llamado de Ferraresi a romper con La Cámpora y respaldar la candidatura presidencial de Kicillof resonó con fuerza en los pasillos de 6 y 51.

Este encuentro privado fue precedido por una reunión con los integrantes de la Mesa de Ensenada (Mario Secco, Fernando Espinoza, Andrés Watson), donde se discutió una estrategia conjunta de cara al inminente "mega viernes" que marcará un hito en la agenda política del peronismo: En paralelo se realizarán la renovación de autoridades del Frente Renovador y el Congreso partidario del PJ.

La conformación de un espacio interno con el claro objetivo de impulsar la candidatura presidencial de Kicillof se vislumbra como el norte hacia el cual se encaminan los movimientos de esta poderosa alianza.

Sin embargo, no todos en el espectro peronista comparten esta visión disruptiva. Mientras Ferraresi aboga por una postura firme y sin concesiones, en Gobernación se mantienen cautelosos y escépticos ante la premura de los movimientos electorales. "Lo electoral es algo que queda muy lejos", señaló un ministro, enfatizando la importancia de atender los problemas cotidianos que aquejan a los bonaerenses.

“Estamos generando una señal y una idea de que la construcción va por otro lado. En 2025, esa construcción va a encontrarnos en lugares distintos; entonces, ¿para que vamos a perder el tiempo?”, dijo Ferraresi el sábado en un encuetro militante.

En medio de esta efervescencia política, las tensiones y discrepancias internas comienzan a aflorar. Ferraresi, en su afán por construir una alternativa sólida, apunta hacia el armado de las listas y cuestiona el tradicional modus operandi del PJ bonaerense. Sus palabras, cargadas de determinación y desafío, marcan el inicio de una nueva etapa en la política provincial, donde las alianzas y lealtades se ponen a prueba en la vorágine del juego electoral.

Mientras tanto, el reloj político sigue su marcha implacable, y las estrategias se tejen en la sombra de las decisiones que marcarán el futuro del peronismo en Buenos Aires. La candidatura presidencial de Axel Kicillof se erige como el faro que guía los pasos de una alianza en busca de redefinir su rol en el tablero político nacional.

Foto: Télam (archivo)